La esquina de la calle 15 con la H. El downtown de Washington DC es uno de los lugares más tenebrosos y aterradores del mundo en invierno. Al menos, en los que yo he estado. El día de Navidad, especialmente, el aspecto es dantesco. El fin del mundo probablemente sea un día frío y de cielo claro. Como los inviernos en Washington. Dan ganas de que lleguen los extraterrestres a invadirnos, aun que sólo sea para hacernos compañía. No hay nada más que "homeless" que se desperezan o retozan (es un decir) en su improvisadas camas de cemento y cartón.
El viento es una lengua gélida que parece provenir directamente del Polo Norte. Se mete en los oídos como un relámpago helado, y no sale. Te deja sordo y te come el alma, mientras patinas como una bailarina en los invisibles tramos helados. No hay un alma, suponiendo que aún nos quede, y la gente mata por un café caliente, se ve en la mirada de los escasos transeúntes. Apenas pasan los coches. Sólo taxis con etíopes al volante que conducen ateridos de frío envueltos en bufandas de cuadros.
Lo de por qué todos los taxis de Washington DC son conducidos exclusivamente por etíopes creo que lo estudian en los posgrados de Ciencia Política de la pizpireta Universidad de Georgetown. O, al menos, deberían proponerlo como materia de estudios (especialmente, su pasión por las bufandas de cuadros). Otro día me meto en ello y sus peculiares maneras de entender las relaciones raciales.
Recuerdo haber intentado emular a esos estudiantes de posgrado durante unos meses, en los que preguntaba a los taxistas por su nacionalidad y todos, casi sin excepción, me contestaban que eran etíopes. Algún jamaicano había suelto, y a esos es mejor no encontrárselos porque te cuentan todo lo que va mal en su país con un acento ininteligible, y esperan que les respondas cuando no has entendido nada.
ResponderEliminarPero sí, lo de los etíopes debe ser cosa del demonio. Por lo menos el edificio de la 15 con la H tiene algo de encanto.
welcome home, gutista irredento. Por cierto, no me importaría que todos los taxistas de Madrid fueran etiopes, la verdad.
ResponderEliminarLu: Debe de ser una de esas sorpresas de recién llegado, pero aún me sigue dejando anonadado esta dedicación taxista de los estíopes... A mí lo que más me gusta de la foto es la luz.
ResponderEliminarAmbrosius: Welcome you, 14 del corazón! ¿Al final la sede de F5 será en Jerusalén?